- Requiere un manejo multidisciplinario que involucre también al entorno familiar y educacional.
Cada 13 de julio, se conmemora el Día Internacional del TDAH, con el fin de educar a la población acerca de este trastorno y evitar los prejuicios que muchas veces recaen en quienes lo sufren.
“Esta condición es una patología crónica que afecta a millones de niños y a menudo continúa en la edad adulta. El TDAH incluye una combinación de problemas persistentes como la dificultad para mantener la atención, hiperactividad y comportamiento impulsivo”, explica la Dra. Alejandra Hernández, neuróloga infantil de Clínica Universidad de los Andes.
Por su parte, el Dr. Ignacio González, neurólogo de Clínica Universidad de los Andes, afirma que “el déficit atencional en personas adultas afecta aproximadamente hasta un 18% de la población y el problema es que algunos se dan cuenta que tienen TDAH ya siendo mayores, en contextos universitarios o incluso laborales”.
¿Ante qué síntomas consultar a un especialista?
- Dificultad para concentrarse, especialmente en situaciones de aburrimiento.
- Dificultad para jerarquizar las tareas en orden de importancia. Las personas con TDAH tienden a hacer lo que es entretenido y no lo que deben hacer.
- Dificultad para iniciar y terminar tareas. Tienden a postergar lo que deben hacer a través de rutinas evasivas.
Los factores que pueden estar involucrados en el desarrollo del trastorno por déficit de atención e hiperactividad incluyen la genética, el medio ambiente o problemas con el sistema nervioso central en momentos clave del desarrollo.
“Lo que realmente molesta a los adultos es la alteración de las funciones ejecutivas, vale decir, la capacidad de jerarquizar, de ordenar las carpetas mentales, de inhibir impulsos inadecuados cuando se está haciendo algo específico. Entonces, eso hace que un adulto pueda ser eficaz pero no eficiente”, señala el Dr. González.
¿Qué tratamientos existen para el TDAH?
La Dra. Hernández afirma que el tratamiento del trastorno por déficit de atención e hiperactividad es multidisciplinario e incluye varios pilares a cargo de neurología, psicología, psicopedagogía y terapia ocupacional:
- Apoyo farmacológico: los psicoestimulantes son un pilar importante de tratamiento. Con un mecanismo de acción definido y conocido, no producen dependencia ni aumentan el riesgo de adicciones.
- Manejo conductual: enseñar al menor a mejorar el autocontrol, técnicas de resolución de problemas, trabajar la atención sostenida, aprender a estructurar las tareas y manejar la tolerancia a la frustración.
- Apoyo a padres y profesores: a través de la educación sobre el tema, para implementar normas y estrategias tanto en casa como en la sala de clases, y hacer hincapié en el refuerzo positivo.
“El tratamiento es muy eficaz y es recomendable hacerlo, porque facilita no solo la vida académica y laboral, sino que también la vida familiar”, señala el Dr. González.
En tanto, la Dra. Hernández explica que “el buen pronóstico del TDAH está relacionado con relaciones familiares estables y protectoras, hábitos saludables y consistentes, figuras significativas ejemplificadoras (predicar y practicar) y un tratamiento multiprofesional oportuno”.