Cuando hablamos de comida resulta inevitable que asociemos conceptos como rápido o fácil a menús necesariamente insanos. Es lo que sucede, por ejemplo, cuando hablamos de comida para llevar: si puedes tener algo que te apetece comer en muy poco tiempo en casa, no puede ser sano, algo falla; pero la realidad es que hoy en día esto ya no es así.
En los últimos años, las compañías de delivery y los restaurantes han invertido tanto en la calidad de sus menús y de su servicio de entregas que encontrar opciones de comida sana para llevar se ha convertido en algo sencillo.
Este cambio se debe a que, por un lado, ya podemos pedir casi cualquier cosa para comer en casa y, por otro, a que efectivamente, la comida que entendemos como comida rápida también puede ser sana. Podemos ver fácilmente un ejemplo de ello haciendo clic en este enlace.
Si aún necesitamos más pruebas, a continuación, analizaremos los motivos que han originado este favorecedor cambio con más detalle.
Los motivos que permiten que la comida para llevar también sea sana
Dos motivos principales son los que han dado paso a que la oferta de comida para llevar esté plagada de opciones sanas.
La expansión de la fórmula de la comida para llevar.
Como venimos diciendo, hablar en nuestros días de comida para llevar equivale a hablar de comida que podemos consumir en un restaurante. El mercado ha crecido tanto que ya podemos encontrar comida para llevar de todo tipo, origen y tendencias.
Debido a la inabarcable cantidad de restaurantes que existen en el mundo, no tendría mucho sentido que nos planteásemos si la comida de los restaurantes en general es sana o no. Pues con esto, ahora, sucede lo mismo. El abanico es muy amplio y ha quedado en cierta manera, en manos del consumidor decidir a dónde acudir a la hora de pedir comida para llevar o recibir en nuestro domicilio. El consumidor, por su parte, cada día más preocupado por su dieta, tiende a decantarse por las opciones más sanas, lo que incentiva el auge de estas empresas.
La implicación de las empresas
Dentro de la gran masa de empresas de restauración que disponen de esta opción, las hay que surgieron con una política claramente centrada en la calidad del producto y otras, que han girado la cabeza hacia esta tendencia.
Con mucha frecuencia los motivos éticos son los que están detrás de este giro, pero también existen otros factores que pueden influir a las empresas de restauración. Estos factores pueden ser, por ejemplo, la capacidad para diferenciarse y sobresalir en un mercado en el que, por suerte, cada vez el consumidor es más exigente o el haber crecido como marca y haber llegado a un nivel donde es posible la inversión en comida sana y de calidad, sea del tipo que sea.
Cierto es, que la comida sana no debería ser necesariamente más cara, pero para ciertos productos un mayor precio asegura, queremos pensar, un mejor origen y un proceso de intermediarios y productores más justo. Por este motivo, las empresas de restauración que invierten en estos modelos deberían ser apoyadas también a la hora de pedir comida a domicilio.
Por lo tanto, debemos agradecer por un lado al consumidor que cada vez más preocupado por su dieta y el medio ambiente, demanda al mercado no solo opciones de comida más sana, sino también más conscientes con el proceso de producción de la misma. Por otro lado, resulta necesario también reconocer el esfuerzo de las empresas que han sabido dar respuesta a esta demanda y no dejan de actualizarse invirtiendo, ahora que la necesitamos más que nunca, en salud.